La mayoría de la gente no lo sabe, pero hay vaqueros en Hawaií. Los paniolo, como se les llama localmente en pidgin , han existido en estas islas polinesias antes de que lo hiciesen en el Oeste Americano. Quizás el término más adecuado para referirse a estos vaqueros de origen español y latinoamericano no sea paniolo, más bien la palabra paniola, derivada de espaniola que es como los hawaianos pronunciaban `español´. Sin embargo y por cuestiones de género gramatical pasó a utilizarse en su forma masculina aunque en lengua hawaiiana pani signifique literalmente `apropiarse´ y paniolo, `apropiarse de algo que no te pertenece´.
Los cowboys hawaiianos surgieron en los últimos años de la década década de 1800 y hasta el día de hoy siguen manteniéndose como una particularidad única del archipiélago, Su cultura es expresada a través de su propia música, rituales y lenguaje propios. La palabra paniolo además de ser utilizada para referirse a aquellos individuos de habla española, describe al mismo tiempo un estilo de vida que ha sido siempre considerado le’a le’a o apasionante; una vida desprovista del aburrimiento y dedicado al disfrute de la libertad que tan sólo pueden inspirar los paisajes hawaianos y el duro trabajo en el campo junto al ganado.
Los vaqueros establecieron en las islas enormes ranchos dedicados a la cría de vacuno. En las tierras altas de Maui, el Up Country es territorio vaquero. Hasta aquí llegaron gentes procedentes de España, México y Venezuela por expreso deseo del Rey Kamehameha III. Hoy por las venas de estos cowboys corre mezclada la sangre japonesa, filipina, polinesia, portuguesa y china.
En Makawao su centro de reunión se celebra cada año un rodeo al más puro estilo de Hawai’i; durante este tiempo uno se cruza con personajes pintorescos calzados con botas de montar, vaqueros ajustados, floreadas camisas ‘aloha y tocados con sombreros adornados con plumas del ‘iwi y las flores anaranjadas de la akulekule. Sin embargo en los últimos años los elevados impuestos, el aumento del coste energético y un clima en cambio han impactado de forma negativa en la viabilidad ganadera en Hawai´i. Grandes áreas dedicadas al pasto han sido ya vendidas para el desarrollo urbanístico y agrícola y muchas granjas luchan en estos momentos por su supervivencia. Los vehículos motorizados están reemplazando a los caballos para pastorear el ganado y muchos vaqueros han sido despedidos. El número de cowboys es hoy muy reducido y aunque se mantienen firmemente arraigados a su comunidad, manteniendo fuertes sentimientos familiares, nadie sabe cuanto tiempo podrán resistir.
Julia Cumes autora de The Last of Hawaiian Cowboys decidida a documentar y preservar la cultura hawaiiana de los vaqueros antes de que desaparezca para siempre, paso muchos meses y durante un período de dos años para fotografiar, realizar entrevistas y registrar la música y el audio ambiental ; centrándose para ello en dos familias paniolo: los Ho’opais y los Keakealanis, creando de esta manera una labor multimedia que refleja la riqueza cultural derivada aquellos vaqueros llegados desde España, México y Venezuela hasta el lejano archipiélago polinesio para enseñar a los nativos a manejarse con el ganado en la Gran Isla de Hawaii y examinando la futura perspectiva de esta comunidad.