El Gobierno de las Islas Fiji ha impuesto nuevas restricciones en la venta de tierras y sobre los propietarios extranjeros. En un principio se había planeado prohibir a estos últimos comprar tierras en cualquier lugar del archipiélago sin embargo, ha aprobado enmiendas a la Ley de Venta de Tierras que impiden que cualquier terreno enclavado en los limites de las ciudades pueda ser vendido a los extranjeros; lo cual significa que aquellos extranjeros que actualmente sean propietarios de una vivienda no la podrán vender a otros no residentes.
Aquellos que sean propietarios de tierras y que no hayan construido una casa en sus terrenos están ahora obligados a hacerlo en el plazo de dos años o enfrentarse a un sanción del 10% del valor de la propiedad cada seis meses. Se requiere del mismo modo que en la construcción de la vivienda se inviertan por lo menos 150.000 dólares australianos. Las voces contrarias a esta nueva ley afirman que pueden arruinar a los extranjeros que tienen actualmente una casa en propiedad en las islas, y que dichas condiciones impuesta ahora por las autoridades no existían cuando inicialmente adquirieron tierras en Fij. Consideran que es una ley regresiva que puede tener efectos muy negativos en la economía nacional y afectar a las empresas locales. Muchos de los propietarios no fueron alertados y es posible que no disponga de los fondos necesarios para afrontar esta nuevas exigencias. A este hecho, hecho al que hay que sumarle la escasez de mano de obra y materiales en áreas rurales; difíciles de obtener y permisos cuyo proceso puede conllevar meses El ministro de Finanzas de Fiji, Aiyaz Sayed-Khaiyum, ha declarado que el proyecto de ley esta destinado a frenar la demanda extranjera de propiedad y hacer esta más asequible a los residentes locales.