En la región sur oriental de la isla de Pentecostes todavía se conservan las antiguas tradiciones, lo que en el archipiélago melanesio de Vanuatu se llama la kastom o `costumbre´ y entre estas, la más conocida es el llamado naghol o n’gol, salto ritual al vacío que llevan a cabo los hombres en las aldeas. Es quizás en Bunlap y aldeas vecinas donde se conserva de una forma más estrictamente tradicional , las gentes de la isla consideran a sus habitantes los guardianes legítimos de la tradición. No hay turistas y los saltos tiene lugar un día cualquiera de mayo; anunciándose con muy breve espacio de tiempo. Suelen participar entre 30 a 40 hombres que se lanzan desde catafalcos vegetales que pueden superar los 35 metros de altura y que tardan en construirse alrededor de tres semanas.
Existe una leyenda que explica los orígenes de este fascinante ritual: Tamalie maltrataba continuamente a su mujer, esta había intentado huir varias veces de la violencia sufrida a manos de su esposo pero al final siempre fracasaba. En cierta ocasión consiguió subir hasta la copa de un gran árbol y cuando su esposo la vio allí arriba trató de convencerla para que bajara, mostrándole su arrepentimiento y pidiéndole perdón. Al ver que la mujer no daba crédito a sus palabras y permanecía inmóvil en las alturas, no dudo en trepar hasta lo alto del árbol con la intención de llevársela nuevamente consigo. Tamalie desconocía que su mujer se había atado a los tobillos unas lianas y es así que cuando estaba a punto de atraparla, esta salto al vacío. Al ver que la mujer caía sin sufrir daño alguno, no dudo en imitarla y saltar para atraparla, estrellándose inevitablemente contra el suelo y matándose allí mismo.
Hoy, no se sabe muy bien porque motivos el naghol es un ritual exclusivamente masculino, la mitología local relata que siempre fue así sin embargo, parece ser que se transformó en un medio para que los hombres pudiesen presumir de su valentía , fuerza viril y una manera de demostrar que ya no podrían ser engañados por una mujer otra vez.