El Gobierno de las Isla Fiji, ex colonia de Inglaterra hasta 1970, ha dejado clara su intención de compensar a los antiguos trabajadores que participaron en las pruebas nucleares que se llevaron a cabo en el Océano Pacífico Central. Sus denuncias exigiendo una indemnización en razón de las enfermedades que padecen, se han venido prolongando durante años frente a los tribunales de Londres, que se han mostrado inflexibles. Durante las explosiones atmosféricas , los empleados fijianos se encontraban a bordo de buques británicos; entre 1956 y 1958 y frente a la costa de Kiritimati (Christmas), en la República de Kiribati, los ingleses experimentaron su primera bomba atómica. En aquellos años se encontraban en la región más de setenta fijianos y ciudadanos británicos y de Nueva Zelanda.
En Fiji, durante la última década, la Fiji Nuclear Test Veterans Association (FNTVA) ha llevado a cabo en los tribunales ingleses una larga y exhausta batalla legal estimando que en 2009, al menos 189 personas se encontraban en condiciones de reclamar una indemnización por sus enfermedades derivadas de los experimentos atómicos codificados bajo el nombre de Operación Grapple. Aproximadamente 300 melanesios participaron en los ensayos, habiendo fallecidos dos tercios después de sufrir cáncer y enfermedades de la piel. Se han documentado al mismo tiempo, malformaciones en los hijos recién nacidos , hijos de aquellos trabajadores.