En la complejidad y significado del ritual del sakau quedan reflejadas las creencias, estratificación y valores de la sociedad de la isla de Pohnpei en Micronesia. La leyenda relata que un dios llevó a Air a la tierra mítica del sur donde recobró su juventud. Al desprendérsele la piel de la planta del pie, ésta creció hasta convertirse en una planta de sakau; parte de la raíz que fue machacada en el firmamento cayó en un lugar de Ponape donde enraizó y creció. En la actualidad los huertos donde se cultiva se llaman kemenseng que pueden tener desde unas cien plantas hasta 500 o 600. El tamaño de la plantación es fuente de orgullo, pero generalmente todo lo relacionado con su cultivo se guarda en secreto por temor a los maleficios que dirigidos a los huertos pudieran llegar a secar las plantas.
El ritual se inicia con la presentación del sakau por un grupo de hombres, que acompañándose de una canción, lo depositan dentro de la casa comunal en la plataforma principal donde se sienta el Nahnmwarki. Se colocan las raíces en el borde de la plataforma de forma que las ramas queden el el área central del recinto; a continuación se cortan los tallos para volverlos a plantar y se sacude la tierra de las raíces. Una vez que las raíces se han cortado en trozos pequeños, se colocan en las piedras rituales donde quedan cubiertas con hojas de taro (Colocasia sculenta) hasta que se da la señal para machacarlas. En este momento las hojas se colocan en el suelo para recoger el sakau que pudiera caer durante la ceremonia.
Las piedras de basalto donde se machaca el sakau son planas y de más de un metro de diámetro. se asientan en el suelo mediante cáscaras de coco y la distancia ayuda en la producción de un sonido claro que resulta al machacar el sakau rítmicamente. En cada piedra se colocan cuatro hombres que en pares producen dos sonidos diferenciados al machacar alternativamente con una piedra que actúa a modo de mortero.
El hombre que dirige el ritual es generalmente un hombre de alto rango que conoce a fondo la ceremonia. Se coloca de pié en la plataforma principal, dando la espalda a los nobles que se sientan en ella y mirando atentamente a los que elaboran el sakau, dando las órdenes oportunas y marcando de esta manera los distintos pasos. Los cambios en el ritmo expresan el proceso hasta llegar al que índica que el sakau está preparado para ser exprimido. En este momento es cuando se coloca en unas cortezas de hibisco, recogidas por un grupo de hombres que, a una indicación del maestro de ceremonias, han abandonado el recinto. En caso de tardanza se invoca su vuelta mediante ciertas frases rituales.
Al exprimir las raíces se extrae un líquido de color rojizo que después de recogerse en una cáscara de coco se pasa al maestro de ceremonias. éste, tomándola con ambas manos, se dirige hacia el Nahnnmawarki. Se arrodilla y éste recibe la cáscara sosteniéndola en alto y formulando alguna palabra mágica antes de beberla; luego la pasa al maestro. A continuación se va pasando siguiendo un orden marcado por la posición social de cada individuo.
El sakau no se pasa de una persona a la siguiente sino que cada vez debe devolverse a los encargados de repartirlo. Es más, si alguien deja de guardar el orden y formalismo, el maestro de ceremonias puede arrebatarle el recipiente de las manos. Al hombre que consigue beberse todo el líquido contenido en la media cáscara de coco pulida se le admira grandemente. El proceso de exprimir las raíces se lleva a cabo varias veces, cada una reconocida por un nombre distinto. Cuando de las raíces machacadas sólo se extrae una bebida floja, el maestro de ceremonias da la señal para que comience la segunda fase del ritual y se trae de nuevo un gran manojo de raíces. Este proceso puede repetirse varias veces y con ligeras variantes; durando varias horas.
El efecto inmediato del sakau es un adormecimiento de los labios y la lengua; se siente cierta dificultad al , hablar aunque la mente permanece despejada. Poco a poco se pierde el control de las extremidades inferiores y se experimenta una especie de sueño profundo.