En Papua Niugini (Papúa Nueva Guinea), en la Provincia de las Tierras Altas del Sur es el hogar de varias tribus entre las que se incluye la de los Kaluli que viven en las laderas del Monte Bosavi, el cono derrumbado de un volcán extinto. Este es sin lugar a duda uno de los lugares más remotos del planeta, solo accesible mediante avionetas que aterrizan en una pequeña pista de aterrizaje cubierta de hierba. El primer contacto occidental con el pueblo Bosavi tuvo lugar en 1935.
Fotografía: Jimmy Nelson
Los Kaluli habitan en medio de la selva virgen, donde la densa vegetación permanece intacta , excepto algunos pequeños claros donde se enclavan asentamientos. Allí habitan en aldeas dispersas, en viviendas que acogen unas 15 familias cada una. Estas impresionantes `casas largas´ se elevan hasta los 18 metros de altura y llegan a acoger de 60 a 90 personas. En el interior, a ambos lados , se encuentran las plataformas donde duermen los hombres casados, que alternan con fogones de cocina y percheros para ahumar la carne.