El presidente de Palau ha pedido a Estados Unidos y Japón que ayuden a la industria turística de su país después de que Pekín prohibiera a los ciudadanos chinos visitar este archipiélago de Micronesia en razón de sus relaciones diplomáticas con Taiwán. En octubre de 2017, el gobierno chino prohibió el uso de la palabra `Palau´ en todos los productos a la venta y de marketing tanto en internet como en el mercado tradicional. Recientemente y como la compañía aérea Palau Pacific Airways ha señalado , es también ilegal vender paquetes turísticos para que los chinos visiten el archipiélago de Palau .
El presidente Tommy Remengesau dijo que Palau no ha recibido la confirmación oficial de la prohibición, pero si que se ha producido una disminución en el numero de visitantes procedentes de China, uno de los mercados turísticos más significativos de las islas; obligando a Palau Pacific Airways a suspender sus operaciones debido a la caída de la demanda. Los turistas chinos han representado hasta la fecha el 47% de los visitantes internacionales en 2016, y los taiwaneses el 10%.
A pesar de que la isla se considera a sí misma como una nación soberana y es una democracia autogobernada, China ve Taiwán como parte de su territorio a la espera de la reunificación, incluso por la fuerza si es necesario.
El líder micronesio ha dicho que Taiwán ya ha prometido ayudar a Palau incrementando los vuelos a Koror y también ha señalado que ha pedido ayuda a Washington y Tokio. Remengesau pidió a Tokyo que ‘construyan uno o dos complejos hoteleros de lujo en Palau.´ – `He contactado Taiwán, con los Estados Unidos … Solo una inversión puede ser de gran ayuda para mantener el progreso económico de una nación pequeña como Palau´. Entre los planes del presidente está también en que Corea del sur y la Unión Europea animen a los turistas de alto poder adquisitivo a visitar el archipiélago.
La creciente influhencia de China en Oceanía ha causado recientemente preocupación en Australia y Nueva Zelanda, que durante mucho tiempo han considerado a las Islas del Pacifico como su `propio patio trasero´. Tras años de inacción, tanto Canberra como Wellington este años an aumentado significativamente el gasto en ayuda en la región, en un intento por recuperar su protagonismo en las naciones insulares.