Nietos y bisnietos de los al menos 60.000 melanesios capturados para trabajar en plantaciones de caña de azúcar en Australia y Fiji en el siglo XIX y conocidos como blackbirds (`mirlos negros´) buscan más de cien años después, conectar con sus raíces en las Islas Salomón. El Gobierno de este archipiélago melanesio debate en el Parlamento una ley que busca legalizar la obtención de doble ciudadanía, hasta ahora censurada por la Constitución, para facilitar el retorno de esa diáspora.
`La ley facilita la reintegración y retorno de los insulares de Salomón (..) que hayan perdido la ciudadanía por matrimonio, naturalización o el desplazamiento por trabajos forzados o’Blackbirding’- ´, ha declardo Christopher Waiwori, secretario del grupo de trabajo para el citado proyecto de ley.
El blackbirding o `caza al mirlo negro´, fue una práctica promovida por los colonos británicos en Australia y el archipiélago fijiano para disponer de trabajadores en condiciones cercanas a la esclavitud para sus explotaciones agrícolas en Queensland y Nueva Gales del Sur. Esta contratación, a veces engañosa y que permitía el rapto siempre que se ofreciera un posterior contrato laboral, fue utilizada por los pobladores europeos en torno a 1860 y hasta principios del siglo XX. Se calcula que entre 60.000 y 90.000 melanesios originarios de las Islas Salomón, Kanaky Nueva Caledonia o Vanuatu, fueron trasladados como trabajadores con métodos que casi siempre recurrían a la coerción.