No muy lejos de las aldeas y en los meses de mayo y junio se construyen en la isla de Pentecostes estos enormes andamios vegetales, auténticos prodigios de la arquitectura local que siguen un estricto método tradicional y entorno a los cuales se celebrará este ritual destinado a fecundar la tierra y asegurar la buena cosecha del ñame. La selección del lugar donde se enclavan los catafalcos está sujeta a la pendiente del suelo situándose en la parte superior de una ladera; allí donde caen los saltadores la tierra es aplanada y ablandada para amortiguar posibles golpes y despejarlas de piedras u otros objetos que pudiesen dañar a los participantes. Detrás de las torres o a su lado se encuentran terrenos más o menos llanos donde hombres, mujeres y niños puedan bailar durante la ceremonia. Los cánticos, silbidos y ligeros aullidos de grave tono acompañan la escena otorgándole un fascinante halo de primitivismo y misterio.
Diferentes secciones de la torre representan la anatomía humana, cada una recibe el nombre de una parte del cuerpo, elevándose desde los pies en su base hasta la cabeza representada por la parte más alta. El palo central del saliente de apoyo de los trampolines enclavados en los sigol recibe el nombre de utsin o pene mientras que sus laterales son los labios de la vagina o bwelankanen. Las torres son construidas cortando ramas y troncos con hachas y machetes que reemplazaron tiempo atrás las herramientas de piedra, no se utiliza ni un solo clavo o cuerda y se tardan unas tres semanas en finalizar.
La construcción es supervisada por una persona elegida a tal propósito y quién protagoniza el último salto desde la plataforma más alta. Si no es esta, se concede tal honor a un hermano o miembro del clan. Durante la preparación del terreno destinado al salto nadie debe acercarse ya que es creencia que los espíritus infestan el lugar. La presencia cercana de mujeres al catafalco es tabu es decir, no está permitida a menos de diez metros ya que Tamalie vive en la torre hasta que el ritual llega a su fin. Los hombres deben de permanecer una semana en el nakamal antes de que se inicie la temporada de saltos, allí ingerirán tan solo alimentos especialmente preparados para ellos y deberán renunciar a las relaciones sexuales; un día antes del salto deben permanecer en ayunas.
Alrededor del tronco central de estos catafalcos, que pueden sobrepasar los 20 metros de altura, se alzan una docena de postes y entre estos multitud de travesaños atados con cientos de tallos fuertes, largos y delgados. En la parte frontal de la torre se sitúan las plataformas o sigol desde donde los hombres saltan al vacío
Naghol: Saltando al vacío para fecundar la tierra (III)