El presidente de la República Francesa, François Hollande, afirmó en su visita a Tahiti y sus Islas el pasado lunes, que los polinesios afectados por los ensayos nucleares, practicados durante 30 años en el archipiélago, tienen derecho a una compensación. `Con su capacidad disuasoria, Francia es lo que es a día de hoy gracias a los ensayos nucleares practicados durante un largo período de tiempo ´explicó Hollande a su llegada a Pape’ete.
Las indemnizaciones por los daños asociados a las pruebas nucleares que tuvieron lugar en los atolones de coral de Moruroua y Fangataufa, en el archipiélago de Tuamotu, constituyeron uno de los asuntos primordiales en la agenda del presidente galo durante su gira por los territorios de ultramar que Francia posee en el Pacífico Sur. El domingo el mandatario francés visitó Wallis & Futuna en Polinesia, islas situadas entre Nueva Caledonia y Tahití. La isla de Wallis no acogía a un jefe de Estado francés desde 1979, cuando visitó esa isla Valéry Giscard d’Estaing. En cambio en la vecina Futuna, fue la primera vez que un mandatario francés ponía los pies.
`Es legitimo que Francia realice compensaciones sociales o económicas por las consecuencias de estas prácticas´ afirmó François Hollande en rueda de prensa conjunta con el mandatario tahitiano Edouard Fritch. Las autoridades locales han lamentado que las compensaciones aprobadas en el año 210 se hayan aplicado con lentitud. Tan solo 19 personas, de las cuales tan sólo 5 son polinesias, han recibido pagos. Además, un subsidio de 150 millones de euros, fijado por el entonces presidente Jacques Chirac en 1996, tras el fin de los ensayos, podría reducirse hasta los 84 millones. El fondo regional de salud es gestionado por empleados y sindicatos, demandando estos a Francia 450 millones de euros para financiar el tratamiento de los enfermos de cáncer como consecuencia de la radiación nuclear. Entre de 1966 a 1996, el gobierno galo realizó más de ciento noventa pruebas nucleares aéreas y subterráneas en Tuamotu, sin tan siquiera advertir a sus habitantes de los riesgos que corrían.
Las autoridades regionales han lamentado que las compensaciones aprobadas en 2010 se hayan aplicado con lentitud. Un grupo antinuclear ha señalado que solo 19 personas, de las cuales 5 son polinesias, han recibido los pagos. Además, un subsidio de 150 millones de euros, fijado por el entonces presidente Jacques Chirac tras el término de los ensayos nucleares, podría reducirse hasta los 84 millones este año. Empleados y sindicatos que gestionan el fondo regional de salud demandan 450 millones de euros para financiar el tratamiento de los enfermos que sufren cáncer como consecuencia de la radiación. En la actualidad la vida y la salud de 150.000 polinesios están amenazadas, los casos de cáncer de pulmón y de tiroides son numerosos,