`… tenemos que empezar de nuevo, todo está por reconstruir ´ declara el presidente de Vanuatu tras la devastación sufrida por el ciclón Pam

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El presidente de la República de  Vanuatu, Baldwin Lonsdale, ha hecho este lunes un llamamiento a la comunidad internacional para que envíe ayuda con la que hacer frente a la catástrofe provocada por el paso del ciclón Pam. Los informes provenientes de las islas describen un panorama de destrucción total tras el paso del poderoso ciclón, de categoría 5, que tocó tierra el viernes con vientos de más de 300 kilómetros por hora y derribó edificios, destrozó barcos, inundó carreteras y puentes y arrasó las comunicaciones. Se desconoce la cifra de fallecidos, ya que el último balance, de ocho muertos y 30 heridos, es del viernes y no se puede acceder a las zonas devastadas.  Lo más inquietante es que sólo llega información de la isla de Efate, donde se  enclava el centro administrativo y comercial de Vanuatu   y no del resto del archipiélago. Vanuatu  está compuesto por 80 islas con una población total de 270.000 personas – que vive en su gran mayoria  de la agricultura de subsistencia y la pesca –   , y las primeras informaciones -hay vuelos de reconocimiento tomando imágenes por aire de las zonas más incomunicadas- son inquietantes. Datos recabados por Cruz Roja Australia señalan una `total devastación ´ de la isla de Tanna, situada al sur de Port Vila. Sólo la ONG World Vision ha anunciado que no ha podido contactar aún con 30 de sus empleados .La empresa de chater privados Air Charter, con base en Port Vila, en la isla de Efate, ha podido aterrizar en la isla de Tanna, donde residen unas 30.000 personas,  atestiguando que esta ha sido completamente arrasada por Pam.

En estos monentos se encuentran  unas mil personas en centros de evacuación de la capital, Port Vila, miles de damnificados y cuantiosos daños materiales, con el 90% de las casas de la capital seriamente dañadas. Vanuatu, uno de los más pobres del mundo, es un extenso conjunto de 83 islas, tiene unos 260.000 habitantes y es muy propenso a los desastres como terremotos, tsunamis y tormentas. El presidente Baldwin Lonsdale, que se encuentra en Sendai  (Japón) participando en la World Conference on Disaster Risk and Reduction (Conferencia Mundial sobre Reducción de Riesgos por Desastres) , ha tildado al ciclón de`«monstruo´ que ha golpeado al Gobierno y el pueblo de Vanuatu.

`Tras el desarrollo conseguido, todo ha sido arrasado, lo que significa que tenemos que empezar de nuevo, todo está por reconstruir», ha declarado Lonsdale, según recoge la cadena de televisión australiana ABC. ´Las comunicaciones no funcionan y no sabemos qué ha pasado con nuestras familias y si están a salvo´, ha dicho, para denunciar el impacto del cambio climático en los desastres que han sacudido Vanuatu en los últimos años . El líder melanesio que desde el sábado ha intensificado sus llamamientos de ayuda a la comunidad internacional, ha señalado al cambio climático como principal factor del desastre. `En los últimos años, señaló el presidente, el país ya estaba asistiendo a cambios bruscos en las pautas meteorológicas, lluvias torrenciales inusitadas y a una elevación del nivel del mar. Este año hemos tenido más tormentas que nunca. Sí, el cambio climático contribuye a todo esto», añadió el presidente en un emocionado discurso. «Estoy muy sensible. Todos tenemos el mismo sentimiento. No sabemos qué ha pasado a nuestras familias porque no podemos contactarlas, no sabemos si están a salvo´, ha dicho. `Como líder de la nación, me duele el corazón por la población de mi país´

El presidente de la  República de  Kiribati, Anote Tong, también presente en la conferencia celebrada en Japón, ha pedido una acción común y eficaz para combatir el cambio climático y prevenir nuevas tragedias. `Es el momento de actuar. Debemos acompañar la retórica de estos encuentros internacionales con promesas y compromisos para hacer lo posible para mejorar las vidas de quienes más lo necesitan´. Anote Tong añadió que `en las islas de baja altitud, los peligros del calentamiento global afectan a nuestra gente de diferentes maneras. Es una catástrofe que afecta a nuestros derechos y amenaza nuestra mera supervivencia´.

La tormenta, una de las más potentes que ha afectado el Pacífico Sur en años, ha causado un número indeterminado de muertos que se prevé aclarar a medida que las autoridades restablezcan las comunicaciones cortadas con las islas periféricas del archipiélago. Trabajadores de organizaciones humanitarias describen como devastador el panorama en Vanuatu. La jefa regional de Cruz Roja, Aurelia Balpe, ha indicado que la isla de Tanna, a unos 200 kilómetros de la capital y en la que viven unas 29.000 personas, ha quedado totalmente devastada. Se ha informado de dos muertos en Tanna —los otros seis se han registrado en Vila —. `Lo que han visto es muchos escombros, las plantas completamente destruidas, muchos árboles arrancados de raíz. Todas las estructuras de hierro están destruidas, las estructuras de cemento están todas sin techo´, ha señalado Balpe a Radio New Zealand, que teme que bajo los escombros haya muchas más víctimas.

`Este lugar, que una vez fue un paraíso tropical, ahora se ve como el infierno en la tierra´, ha dicho por su parte a la ABC la portavoz de World Vision, Chloe Morrison. La representante de Save The Children, Nichola Krey, ha admitido que no saben `lo que está pasand´ .`Los caminos que salen de Port Vila están bloqueados. Solo se puede conducir 30 minutos hasta topar con árboles caídos en la carretera. Hay que limpiarlas´, ha añadido. Alice Clements, una de las representantes de Unicef en Port Vila, ha señalado a Radio New Zealand que los habitantes están comiendo raíces y frutas caídas de los árboles, y ha advertido de que estos alimentos durarán una semana. Prácticamente cada  edificio ha sufrido daños y los residentes comienzan a desesperarse por agua potable. Los escombros que cubrían las calles han comenzado a ser retirados y quemados, lo cual contamina el aire de la capital  ni Vanuatu.  El único hospital de la ciudad está a medio rendimiento porque buena parte del personal no puede llegar al mismo. Un funcionario de la ONU ha llegado a describir la ciudad `como si hubiera sido afectada por la explosión de una bomba´.el director de Oxfam en Port Vila, Colin Collett van Rooyen,director de Oxfam en Vila ha señalado que `Hay  más de 100.000 personas que han quedado potencialmente en la calle. Cada colegio ha quedado destruido, los refugios están llenos y todas las instalaciones médicas, incluso la morgue, han quedado dañadas´.

Las autoridades intentan restablecer las comunicaciones y la electricidad y llevar a cabo una enorme tarea de limpieza para lo que cuentan con la ayuda de personal de organizaciones humanitarias que comenzó a llegar al país el domingo. El aeropuerto de Port Vila reabrió el domingo para recibir la ayuda internacional y, tras la llegada de aviones de Australia y Nueva Zelanda con agua, material sanitario y refugios temporales, se espera que hoy lleguen más aviones. Japón ha anunciado el envío de sacos de dormir, mantas térmicas y kits de supervivencia. Los vuelos comerciales se han reanudado también este lunes para transportar ayuda y trasladar a los turistas  impacientes de abandonar el archipiélago.

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