Once we were Warriors (1994) es el drama de Beth Heke, esposa y madre de cinco hijos, que un día se arma de valor y rompe con su marido Jack para recuperar su dignidad y al mismo tiempo reivindicar los valores de la cultura de sus antepasados māori. Jack Heke es un hombre confundido y agresivo, descendiente de mokai o esclavos, que se enfrenta a los problemas diários sin dejar que su ánimo desfallezca. Subsistiendo a la triste rutina en los suburbios, en el olvido de los barrios marginales se respira la nostalgia de los mitos ancestrales que daban forma y sentido a la vida, la ensoñación de un esplendor perdido de una raza guerrera, la presencia de los antepasados, como un murmullo, no deja de alentar extrañas convicciones y fulgurantes imágenes inspirando a aquellos que deciden dejar atrás la miseria.
Horrorizada por el suicido de su hija, Beth decidirá proteger a los niños abandonados y hambrientos que mientras sus padres se ahogan en alcohol, peleas y la inconciencia, vagan sin rumbo por el barrio; de esta manera descubrirán las huellas de una tradición perdida que guarda para ellos los secretos de los guerreros māori de antaño.
Once we were Warriors fue premiada en el Festival Internacional de Venecia de 1994, logrando no sólo llegar a los cines europeos sino convertirse en el de mayor éxito de toda la cinematografía de Nueva Zelanda en aquella década a pesar de su inexperto reparto y un breve rodaje de poco más de un mes. Sus protagonistas Temuera Morrison y Rena Owen son hoy consagrados y respetados actores. Lee Tamahori medio māori, medio europeo, hasta entonces director de anuncios publicitarios y hoy día reconocido por la industria cinematográfica de Hollywood , basó su largometraje en la novela del mismo nombre de Alan Duff; obra que apareció en las librerías a principios de los noventa y que mereció los elogios de la crítica ( publicada en lengua española como Guerreros de Antaño por la Editorial Seix Barral – Barcelona, 1999) .
El escritor y director teatral māori Riwia Brown se hizo cargo del guión aunque a diferencia de la primera novela de Duff, centrándose más en la figura de Beth Heke y dando más peso a la cultura y dimensión māori que la protagonista y su familia habían perdido. El público māori cuando se estrenó la película, pensó que el retrato de Jack Heke resultaría favorable a los prejuicios de los pakeha u occidentales sin embargo, en la cinta no se reflejan los conflictos interraciales más bien, se resiente la desproporcionada presencia en las estadísticas relativas a la delincuencia, desempleo y oportunidades educativas entre la población māori. No se reflejan los conflictos entre blancos y māori pero si se resiente la desproporcionada presencia en las estadísticas relativas a la delincuencia y el desempleo.
Un antiguo pueblo de guerreros ahogado en el alcohol y violencia, el orgullo perdido mientras que los niños y mujeres sufren las consecuencias. La banda sonora de la película representó una excelente presentación de la música tradicional, el reggae polinesio y los sonidos contemporáneos māori, interpretada por Tama Renata, Herbs, Moana & The Moa Hunters, Ardijah, South Side of Bombay y Upper Hutt Posse entre otros. What Becomes Of The Broken Hearted?» se convertiría en 1999 en la secuéla de Once we were Warriors.
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