Tradición Musical Chamorra

Las crónicas europeas de los primeros viajeros recogen en mayor o en menor medida las costumbres en bailes y danzas de los isleños de las Marianas, siendo como es de especial importancia este aspecto de su cultura previa al contacto y la conquista, al no tener su lengua original una manifestación escrita y por tanto ser una sociedad en la cual la tradición oral, manifestada en juegos, leyendas, bailes y canciones, tiene como valor añadido al entretenimiento una clara función didáctica.

En la Vida y Martyrio del Venerable Padre Luis de Sanvitores de 1683, el jesuita Francisco García deja constancia de un tipo de baile practicado exclusivamente [86] por chamorras en el cual una docena de ellas, adecuadamente vestidas para la ocasión con sus mejores galas y luciendo conchas de tortuga atadas a la cintura, desarrollan un baile circular cuyo ritmo es marcado por el sonido de las pequeñas conchas que llevan en las palmas de las manos (23).

También el Padre Charles Legobien hará una somera descripción de estos bailes (24), pero donde encontrarnos los testimonios más reveladores y descriptivos para nuestro estudio son en los relatos de los miembros de la expedición científica francesa al mando del capitán Freycinet, entre 1817 y 1820, ya que incluyen referencias concretas a su música y bailes, con comparaciones interesantes.

Guam Postcard

Jacques Arago, el conocido ilustrador de la expedición, describe en su correspondencia a un amigo (25) las actividades musicales que se impartían en el Colegio Real (San Juan de Letrán) en el que su encargado Ignacio Chargualaf, al parecer de escasos conocimientos teóricos pero gran entusiasmo, enseñaba a sus 40 pupilos «música religiosa, 2 o 3 canciones patrióticas y 4 ó 5 baladas españolas» que sólo servían para entretener al gobernador y sus invitados. El juicio de Rose de Freycinet, esposa del capitán de la expedición, es más benevolente para con estos estudiantes y sus esfuerzos. En su diario recoge (26) como se desarrollan unos bailes en honor suyo y de su marido frente al Palacio del Gobernador, y que no son sino danzas mexicanas en las que los estudiantes, vestidos con sedas de Nueva España llevadas por los padres jesuitas, desarrollan un baile que va reproduciendo la historia de Moctezuma, el último emperador azteca, papel que desempeña uno de los estudiantes vestido con un traje ceremonial, corona y pluma en ambas manos y sendos pajes a su espalda, alrededor de los cuales 12 bailarines adornados con diademas y tocando las castañuelas les acompañan en el baile. Es una representación bailada de cinco actos, siendo los dos últimos descripción de la guerra y caída final del Emperador.

Otro baile que presencia es el llamado El palo vestido y desnudo, un baile probablemente mexicano en el que sobre un mástil se atan varias cuerdas rojas, amarillas y azules, cogiendo cada participante una de ellas y empezando a bailar alrededor del palo formando así una trenza multicolor, y a la inversa. A continuación describe cómo los mismos alumnos del acto anterior bailan unas danzas «europeas», que su marido cree reconocer similares a las que se practicaban en la Provenza y eran conocidas como Leis Olivettos.

Entre los instrumentos musicales de la época previa al contacto y por lo que interesa a este trabajo, citaremos el belenban tuyan descrito por Georg [87] Fritz en 1904 (27), un alargado instrumento de bambú con una sola cuerda que se tocaba deslizando un arco por el mismo y que prácticamente es el berimbau portugués con alguna modificación. Tratándose éste de un instrumento similar a otros conocidos en otras zonas del sureste asiático consideramos que se trata de una importación cultural que ha llegado a las islas Marianas no de mano de portugueses o españoles, sino por parte de pobladores y viajeros de otras islas que sí pudieron recibirlo directamente de los portugueses (28).

En cualquier caso Fritz recoge los bailes típicos chamorros en la isla de Saipán (29) y habla ya de polkas, mazurcas y fandangos, estos últimos bailados tradicionalmente en la fiesta de la noche previa a la boda (hoy día fandango significa simplemente boda.) El fandango representa -digamos mejor representaba- un claro ejemplo de mestizaje musical, pues supone la incorporación de un rasgo cultural extraño en origen que se asume como propio dandole un uso, un valor y un significado completamente nuevo al «original». Este proceso de mestizaje, como cualquier otro, sólo debería entenderse como un factor de enriquecimiento.

En cuestiones musicales, la impronta criolla queda de manifiesto en la supervivencia no sólo de canciones enteramente españolas adaptadas al chamorro, algo que poco tiene de particular, sino en que los criterios mismos de composición y la plataforma armónica sobre la que se basan son enteramente sureuropeos. El profesor y compositor Bruno Dalla Pozza, del Northern Marianas College de Saipán, ha dedicado buena parte de su trabajo a lo largo de sus 22 años de residencia en la isla a la música chamorra en general y a las chamorritas en particular, en cuyos juegos dobles de cuatro intervalos reconoce la herencia de un mestizaje inconfundible.

Ejemplo de chamorrita, transcrito por E. Pellicani, en Archeology of the Marianas Islands,de MAUD THOMSON, Nueva York, 1971. [88] Las chamorritas representan la esencia más clásica de la tradición musical chamorra, unas composiciones musicales breves que se solían cantar espontáneamente durante las fiestas o actividades comunales (al ir de pesca, hacer la colada…) y en cuyas letras, formadas por cuatro versos improvisados sobre la marcha, se hacen referencias irónicas y jocosas a algún miembro del grupo, a un amor imposible o a cualquier otra cosa, a los que contestaba otro participante improvisando otra chamorrita a modo de respuesta.

Se cantaban también en solitario, para infundir valor al paseante nocturno, o a modo de saludo entre dos carros que se cruzaran. Hoy casi olvidadas, las chamorritas son sólo recordadas a duras penas por mujeres de avanzada edad en su mayoría, y de nuevo vuelve a ser Rota la depositarla de las tradiciones culturales ancestrales. Allí pudo recopilar y grabar multitud de chamorritas Mr. William Peck, oficial retirado del Departamento de Salud norteamericano y escritor gracias a cuyo interés y sensibilidad, como a la de las ancianas chamorras de Rota, se han preservado algunas de estas composiciones (30). En cuanto a los temas, transcribimos a continuación algunas chamorritas recopiladas por Gertrude Hornbostel (31),en primer lugar una chamorrita de contenido sentimental, en segundo lugar una canción de cuna y por último una chamorrita que se solía cantar a la novia como broma tras la noche de bodas:

To’ la noche dso ti maigo. Toda la noche no pude dormir hinasosoko ni hago,por estar pensando en ti,an esta pa’u mañana,cuando llegó la mañananai komakanta yi gadso.empezó a cantar el gallo. An numa piniti hau tautau,Cuando causas pena a alguiennanga mana pinitimu;prepárate para que otra pena te llegue;masca apmaman na tiempo,por mucho tiempo que pase,un apase sa dibimu.como deuda que es lo pagarás. Señora nobia un kahulu,Señora novia, levantese,dsa un famaulig magagumu;y póngase el vestidodsa i sapatos gi patasmuy los zapatos en los piesdsa i paineta gi ilumu.y la peineta en la cabeza. Señora nobia un kahuluSeñora novia, levántesedsa un fa gasi i matamu;y lávese la cara.sa dsan matu i nobiumuporque cuando vuelva su maridoti un guinaidsa i tsuramuno le va a agradar su aspecto. [89]

Una de más tempranas grabaciones de música tradicional chamorra y carolina -acaso la primera- se realizó en torno a 1950 en Saipán, a cargo del doctor Joseph Brennan, médico militar que sirvió en las isla durante la guerra de Corea. Esta valiosa grabación, recogida en un disco de vinilo y que probablemente constituye un ejemplar único, ha llegado a nuestros días en perfecto estado de conservación (actualmente se encuentra en el Museum of History and Culture de Saipán) pudiendo escucharse al completo las 18 canciones que la conforman, de las cuales 7 son piezas tradicionales chamorras, muchas de las cuales guardan, al oído español, un lejano eco de familiaridad. Alguna ha sido tomada directamente del español, sirviendo como ejemplo ésta de singular belleza, la canción Hago I (Tú eres), cuya letra y traducción transcribimos a continuación:

Hago I inan I langit,Tu eres la luz del cielo, o pulan klaro yan gatbo.luna clara y hermosa.Ai na silensio na puenge,en la noche silenciosa,un alibia, un alibia I pinitiho.tú alivias tú alivias mi pena. Yangin triste hao gi puegne,Cuando estés triste en la nocheatan hulo ya unlie.mira arriba y la verás.Hago siempre unkonsigoSiempre seguirá,I minagof, I alibia para siempre.y gustosamente para siempre te aliviará.Ai na minegai pution,Hay tantas estrellas,man maag yan ti-tufungontan brillantes e incontables,lao megaina ti liiontan numerosas que sonmas ke sien mit, mas ke sien mit,más que cien mil, más que cien mil,na miyon.un millón. Aparentemente irreconocible, esta misma canción ha sido cantada en nuestro país de forma cotidiana hasta hace poco, y aún es recordada por ciertas personas nacidas en la década de los treinta, con la siguiente letra:

Luz que brillas en el cielo, oh, luna clara y hermosa,y en la noche silenciosa,tu mitigas, tu mitigas mi dolor… Así pues, no sólo la música, sino también la letra resulta ser una traducción directa e intencionada del original. ¿Será ésta una de las «4 ó 5 baladas españolas» que Arago, de la Expedición Freycinet, escuchó en el Colegio San Juan de Letrán?

A nuestro modo de ver este ejemplo es altamente significativo, pues frente a otro tipo de canciones de las que implícitamente se conoce su origen español, como los villancicos (de hecho se cantan en castellano) Hago I es una [90] canción que ha pasado inconscientemente al bagaje cultural propio, fue incorporado en su momento y hoy es perfectamente asumido como tal, como de hecho lo es.

Por otro lado multitud de canciones populares chamorras son la adopción de piezas españolas, particularmente en lo que se refiere a melodías religiosas. Para la Eucaristía se han adaptado canciones como Amante Jesús Mío (Asaina Jesús Kristo en la versión chamorra) Cantemos al Amor de los Amores (Biba Kristo Jesús) así como Con Flores a María, Salve Madre Misericordia, Reina Gloriosa… y un largo etcétera. Incluso la mismísima Marcha de San Ignacio, de origen vasco e himno de los Jesuitas es cantado en las islas, tanto a San José como a San Isidro. Prácticamente el 99% de las canciones religiosas tradicionales cantadas en las Marianas tienen un origen español, por razones más que evidentes: la presencia de religiosos y religiosas españolas a lo largo del siglo XX, destacando en Guam en tomo a 1950 el padre Capuchino Román María de Vera, y en todas las islas las Monjas Mercedarias de Bérriz, hasta hoy día.

Otra vía de adopción de canciones estrictamente españolas fue el de la escuela, aunque también en relación directa con el ámbito religioso teniendo en cuenta que la enseñanza estuvo durante todo el periodo colonial español a cargo de las autoridades eclesiásticas. Canciones infantiles como Tan Gué y O Petlas o Pacifiko son aún cantadas en las escuelas de enseñanza primaria, adaptadas al chamorro a partir de canciones españolas. Incluso en Saipán en los años 20, durante la restrictiva época japonesa, niños y niñas aprendían a sumar con canciones como ésta: Una y una dos, dos y una tres.Cantando, cantandosalen veintitrés (32).

Apuntes sobre la influencia española en la cultura chamorra a finales del siglo XX ~ Carlos Madrid Álvarez-Piñer.Fuente Original: Cervantes Virtual  & Hispanismos.org

Las partituras (excepto la de menor tamaño) contienen canciones religiosas en lengua  española pertenecientes al Cantoral de la provincia Eclesiástica de Agaña que agrupa las islas de  Guam, Marianas y Carolinas. Sus títulos son «Mil Albricias», «Santa Maria de la Merced», «Alabado sea» y «Pan de Vida». Todavía se cantan en algunas parroquias católicas de esta región de la  Micronesia. Se están realizando esfuerzos por parte de algunos párrocos chamorros para preservar estos textos que vinculan a la antigua Micronesia Española con el mundo hispanohablante. Particturas cortesia de Manuel Rodriguez.

partitura-marianas-2

Articulo de Interés: El legado arquitectónico de origen español en Micronesia

20 comentarios sobre “Tradición Musical Chamorra

  1. En el blog del Padre Eric Forbes de Guam (paleric) se pueden escuchar estas canciones tradicionales en español preservadas en las islas Marianas.

  2. La vida de los chamorros es rica en fiestas típicas y cánticos en idioma nativo y español como estos de las partituras. Pero sobre todo la caracterizan la tradición y sentimiento católico, que se manifiestan en la vida familiar y en el culto.

  3. These Catholic traditional songs make evident the Spanish influence on Chamorro culture. Although Guam’s lifestyle is increasingly Americanised, which means most modern conveniences can be found, the old Chamorro and Spanish traditions are retained and that translates into a very relaxed gentle atmosphere. These religious songs in the Spanish language showcase the Guam heritage too.

  4. Estas canciones religiosas registradas en Guam son un exponente de hispanización que se llevó a cabo en la isla. Lingüísticamente hemos de entenderlo enmarcado dentro de lo que podemos considerar una huella vestigial del español en Guam. Se puede concluir que la existencia de estas canciones y otros textos conservados en este último rincón del Pacífico refleja una posición indiscutiblemente adscrita al mundo hispánico.

  5. Es sorprendente que los chamorros que pueden reproducir esta clase de secuencias lo hacen de manera parecida a como se pueden cantar hoy en España o América canciones de misa o villancicos de Navidad en latín. Estos textos son como un «resto arqueológico» de la literatura española en Guam que deben ser objeto de especial respeto y protección.

  6. Estas canciones católicas en español, heredadas de España por los chamorros, que en su día fueron ampliamente conocidas por los isleños, son hoy en día interpretadas por algunos párrocos en fechas señaladas o por coros en fiestas patronales o acontecimientos religiosos. En cualquier caso, los chamorros de las islas Marianas consideran estas canciones como integrantes de su patrimonio histórico y cultural y recurren a ellas cuando quieren recordarnos los vínculos lingüísticos de esas islas con los países hispanohablantes.

  7. En las islas Marianas, especialmente en Guam, es lengua oficial un idioma mixto español-austronesio denominado chamorro, se profesa mayoritariamente la religión católica, predominan los nombres y apellidos castellanos y se conservan canciones tradicionales en español (Mil Albricias, Pastores a Belén, Santa María de la Merced, Feliz Navidad, Pan de Vida, etc.) y danzas folclóricas hispanas (batsu, paloteos, polka, sotis, chachacha…).

  8. Los lazos misioneros se han reverdecido al enviar a Guaján familias en misión del camino neocatecumenal. Un saludo a todos.

  9. La presencia española en Guam durante tres siglos y medio no fue baldía. Dos elementos característicos de la isla son herencia española: el catolicismo y la lengua. Aunque en Guam no se habla español, el idioma local, el chamorro, es considerado también como «español-austronesio» pues son numerosísimos los vocablos españoles incorporados a la lengua nativa.

  10. El primer Robinson fue gallego. Dos siglos antes que el personaje de Daniel Defoe, Gonzalo de Vigo recaló en la isla de Guam, donde fue encontrado por una expedición española. En Inglaterra y Estados Unidos, donde las historias de náufragos siempre tuvieron gran éxito, Gonzalo de Vigo goza de una alta consideración. Gracias al escribano Andrés de Urdaneta de la expedición de García Jofre de Loaísa tenemos algunos datos sobre este personaje: «Gonzalo de Vigo es natural de Vigo, que es en Galicia, fue de grumete con Magallanes, y es hijo de Rodrigo Álvarez y de Isabel Martínez», apunta en su diario el cronista.

  11. Como lector habitual de este blog de Tangata O Te Moana Nui agradezco desde él a Wikipedia que lo haya incluido como enlace externo de su artículo «Idioma español en Guam».

  12. En 1899, las MISIONES ESPAÑOLAS en Marianas y Carolinas quedaban reconocidas en el tratado de cesión hispano-alemán. Se garantizaba su establecimiento y permanencia. Hoy en día, en estas misiones se sigue incluyendo en el currículum escolar, la instrucción del idioma español y el catecismo católico.

  13. Las Misioneras Mercedarias de Bérriz siguen hoy en día establecidas en Guam, Saipán (Marianas del Norte) y Ponapé (Carolinas). Cada 24 de septiembre cantan en castellano un himno a Santa María de la Merced. Imparten clases de español (actualmente en la Universidad y Colleges) desde 1928.

  14. Muchas gracias por leer Tangata O Te Moana Nui e informarnos de la inclusión de este articulo en Wikipedia !

  15. Las Misioneras Mercedarias de Bérriz (Vizcaya-España) establecidas desde 1928 en Marianas (Saipán) y Carolinas (Ponapé), imparten desde entonces y hasta hoy, clases de idioma español y doctrina católica.

  16. Busqué en el blog de «paleric» y encontré en Guam algunas canciones tradicionales en español: «Santo Ángel de mi Guarda», «Mil Albricias», «Pastores a Belén» o «Santa María de la Merced».

  17. Miren en «WE USED TO PRAY IN SPANISH», «SPANISH HYMN WRITTEN BY A CHAMORRO», «PASTORES A BELEN» y «SPANISH HYMN IN SAIPAN».

  18. MISIONERAS MERCEDARIAS DE BÉRRIZ EN ISLAS MARIANAS Y CAROLINAS (I).
    Las Misioneras Mercedarias de Bérriz son una comunidad misionera de hermanas religiosas que han estado en las islas Marianas y Carolinas desde 1928, trabajando primero en Saipán y Ponapé y después en Chuuk (1936) y Guam (1962).
    En los años 20, una de las monjas del convento de clausura de las Mercedarias de Bérriz (Vizcaya, España), Margarita López de Maturana, decidió apoyar las Misiones de Ultramar.
    En 1928, las hermanas mercedarias asignadas a Saipán y Ponapé llegaron con la Madre Margarita Maturana, la Superiora de la Orden.

  19. MISIONERAS MERCEDARIAS DE BÉRRIZ EN ISLAS MARIANAS Y CAROLINAS (II).
    Los católicos saipaneses y ponapeños dieron a las Misioneras Mercedarias un gran recibimiento con procesiones desde el muelle, canciones, discursos de bienvenida y los inevitables festejos.
    La nueva Orden iniciaría en Saipán (Marianas) y Ponapé (Carolinas) su trabajo con alta distinción hasta la actualidad.
    Las hermanas empezaron enseñando a cocinar, lavar, planchar, hacer pan o confeccionar calzado. Las alumnas también aprendieron a cultivar la tierra, cuidar de los animales y en el tiempo libre aprendían música.
    Hoy en día, las Mercedarias de Bérriz en Marianas y Carolinas enseñan todas las asignaturas académicas, además de lengua española y doctrina cristiana.

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