Muy poco se sabe del destino de los deportados de la Comuna de Paris a Nueva Caledonia, El documental de ficción L’archipel des Forçats (Néo Productions, 2009) de Jacques-Olivier Trompas y Louis-José Barbançon nos descubre desde una visión general, la desconocida historia penitenciaria de este remoto archipiélago melanesio del Pacifico Sur. Nueva Caledonia colonizada por los franceses en 1853, vio llegar hasta sus playas oleadas de deportados políticos que fueron trasladados desde 1864 llegando a alcanzar hasta 22.000 personas, teniendo su fin en fecha relativamente tan reciente como 1931. Brabançon es autor del libro que da nombre al documental L’Archipel des Forçats Historie du bagne de Nouvelle-Calédonie (1863 – 1931) Septentrion Presses Universitaires de lectura apasionante para los estudiosos de las islas del Pacifico.
Cuando uno visita la isla de Grand Terre, en Nueva Caledonia, y se encuentra con caldoches franceses apellidados de Abdelkader, de Bouffeneche, o de Aiffa vuelve a encontrarse con historias de deportación y exilio forzoso. Durante el año 1871 estallo en Algeria, norte de África, una de las insurrecciones más grandes tras la caída del emir Abdelkader. La revuelta fue aniquilada y los supervivientes, hombres y mujeres, deportados a Nueva Caledonia. La curiosidad por estas, puede satisfacerse a través de Kabyles du Pacifique (Éd. Au nom de la mémoire 1994) Después de un siglo, este interesante documental reconstruye, hasta nuestros días el periplo de los magrebíes, cruzándose en la historia con los deportados de la comuna francesa y los melanesios. Mélica Ouennoughi, realizador de audiovisual, ha escrito también dos libros sobre los deportados algerinos a Nueva Caledonia Les déportés maghrébins en Nouvelle-Calédonie et la culture du palmier dattier (1864 à nos jours) de la editora francesa L’Harmattan (2006 ) y Algériens et Maghrébins de Nouvelle-Calédonie. Anthropologie historique de la communauté arabo-berbère (1864 à nos jours) de Casbah Éditions, Alger (2008).
No tan solo franceses y argelinos sufrieron penalidades a cientos de miles de kilómetros de sus países, también los kanaka sometidos por el control colonial francés fueron alejados de sus islas, como en el caso de Marius Kalaïe y otros ciento once melanesios , para ser exhibidos en la metrópolis como bestias extrañas. Le retour de Marius (2011) nos descubre la historia de aquellos melanesios enviados a Paris con motivo de la Exposición Colonial en 1931. Fueron ciento once personas que creyendo que representarían dignamente a su pueblo y cultura, fueron encerrados en jaulas con grilletes y etiquetados como caníbales.