Para los maori las toi moko o cabezas tatuadas y momificadas son un tributo póstumo de una tribu o clan a su guerrero más prestigioso. En su origen era una practica ritual que la codicia y la curiosidad morbosa de los viajeros y coleccionistas europeos se convirtió en un objeto de comercio. Una quincena de toi moko se encuentran en Francia en el Museo Quai Branly en París y en museos y centros de investigación universitarios especializados en arte africano y oceánico en Nantes, la Rochelle, Rochefort, Dunkerke, Rouen, Lille, Marsella, Lyon y Montpellier.
El rasgo más distintivo entre las diferentes clases sociales maori era el ta moko o tatuaje facial, grabado en el rostro de los nobles. Los tohunga ta moko se encontraban entre las clases privilegiadas y eran muy respetados por todo el pueblo. Un ta moko representa el mana o la fuerza espiritual del individuo. Su práctica no fue prohibida con la presencia misionera, como ocurrió en otras Islas del Pacífico Sur, si no por el intenso tráfico de cabezas tatuadas llevado a cabo por los comerciantes occidentales. Las iwi maori o tribus, asaltaban poblados para hacerse con las cabezas tatuadas, que luego intercambiaban por armas que utilizaban en las luchas tribales. Llegó un momento en que los individuos eran tatuados con la sola intención de arrancarles la cabeza, para intercambiarla por fusiles.
En 2007 la villa de Rouen decidió devolver una cabeza momificada que se encuentra en su Museo de Historia Natural de un gran jefe maori al Museo Te Papa Tongarewa , creando polémica y la oposición del entonces ministro de cultura Christine Albanel, alegando que por la misma razón deberían restituirse todas las momias a Egipto.La devolución oficial de la toi moko marca un nuevo logro de una campaña que los lideres maori y las autoridades de Aotearoa Nueva Zelanda llevan impulsando desde hace años. Hasta la fecha se han recuperado mas de 300 dispersas por diferentes países del mundo.
La cabeza momificada repatriada, que presenta marcas de tatuaje facial, ha permanecido en el museo de Rouen desde 1875 sin que nadie sepa muy bien como llego a la colección del museo francés y que formo parte de la exhibición prehistórica hasta finales de la década de los noventa. Las autoridades de Aotearoa Nueva Zelanda y los Tangata Whenua iniciaron el plan de recuperación de las toi moko en los anos ochenta enfrentándose a las leyes francesas que prohibían la devolución de objetos culturales – A finales de junio de 2009 el senado francés se pronuncio unánimemente en favor de la devolución de las cabezas tatuadas maori en razón de que no constituyen objetos de arte sino restos humanos – sin embargo el cambio de posición ha permitido la entrega de las cabezas al Museo Te Papa Tongarewa de Wellington que las ha acogido en nombre del pueblo maori. que a recibido el gesto de forma emotiva “ … esta ocasión es de mucha alegría pero también es un momento de reflexión por el viaje de los tupuna o antepasados…” apunto Michelle Hippolite, lider maori a la prensa neocelandesa. Una vez que las toi moko regresen a su patria ancestral serán sometidas a pruebas de ADN para determinar su origen y ofrecerles un funeral para que finalmente puedan descansar en paz.
Maravillosa noticia. Debiera parar lo mismo con el moai Hoa Hakananai’a que está en Londres, y con los kohau rongo rongo. Debieran regresar a Rapa Nui, a su tierra originaria y a su gente. Quizá este sea un buen precedente para comenzar una campaña.