“ Amo éstas islas , y las he elegido como hogar mientras viva, y mi lugar de descanso cuando este muerto. Amo a su pueblo y los he elegido como mi propia gente para vivir y morir entre ellos ellos”
Cuando Robert Lewis Balfour Stevenson murió en Samoa el 3 de Diciembre de 1894 a la edad de 44 años, uno de los primeros jefes de más alto rango en llegar a Vailima, Tu’imaleali’ifano, cubrió el cuerpo del escritor con una esterilla y suspiró: Talofa e i lo matou Tusitala, Ua tagi le fatu ma le ‘ele ‘ele ( «Nuestro amado Tusitala, las piedras y la tierra lloran…” ). Hoy, Robert Louis Stevenson descansa eternamente junto a su mujer, en la cumbre del Vaea, en Vailima.
En una placa de bronce, en el sepulcro se lee: Robert Louis Stevenson, 1850 – 18944.
Y a continuación los versos del famoso Réquien del poeta:
Under the wide and starry sky,
dig the grave and let me lie.
Glad did I live and gladly die,
and laid me down with a will.
This be the verse you grave for me:
here he lies where he longed to be;
home is the sailor, home from the sea,
and the hunter home from the hill.
Bajo el cielo cubierto de estrellas
cavadme la fosa y dejadme allí.
Fue alegre mi vida, mi fin es alegre,
y dejadme descansar queriendo; dejadme morir.
Éste será el verso que habéis de gravarme:
Por fín descansa y el sitio elegió.
Regresó de la mar el navegante,
de la montaña vino el cazador.
Stevenson amó Samoa y a su pueblo profundamente y prueba de ello es la llamada Le Ala O Le Alofa o “Senda de los Corazones Enamorados” que las gentes del lugar abrieron en su honor. Cuando más de doscientos samoanos acabaron su tarea, desbrozando la maleza con sus machetes Robert Louis Stevenson fue transportado hasta la cumbre del Vaea por quince jefes, mientras otros samoanos hacía sonar la pu o caracolas El escritor fue enterrado al modo tradicional; su tumba fue dispuesta al estilo de los jefes de más alto rango (fanua loto), cubriéndola de piedras de coral y lava sobre las que se dispuso su ataúd, y envolviendo su cuerpo en siapo o tela de la corteza interior de la morera.
Obligado a residir en un clima que fuera apropiado para combatir la enfermedad que minaba lentamente sus pulmones y despues de recorrer el Océano Pacífico ( Hawai’i, Tahiti & sus Islas, Kiribati e Islas Marshall) Stevenson llegó a Samoa, donde pronto hayó inspiración y fino instinto para para acertar con temas pintorescos y emocionantes.
El primer libro que escribió trás su llegada a las islas fue Tre Bottle Imp (El Diablo en la Botella) que se convirtó, al mismo tiempo, en la primera novela traducida al samoano. Luego le seguirían otros relatos sobre los Mares del Sur. El Diário en la Botella apareció por entregas en el periódico O le Sulu O Samoa firmando su autor como Tusitala O Seteveni.
La presencia de Robert Louis en Samoa coincidión con tiempos turbulentos, cuando Estados Unidos, Alemania e Inglaterra se disputaban las islas. A Footnote to History : Eight year of trouble in Samoa (Nota a pie de página para la Historia: Ocho Años de Disputas en Samoa ) fue escrito en 1892 y relata los acontecimientos previos a la ocupació alemana , explicando la lucha de los samoanos contra la presencia colonialista en sus islas.
Por aquel entonces Stevenson ya era un escritor conocido y plenamente consciente de que las cartas que escribía al London Times tendrían una cierta repercusión en la actitud de Inglaterra con respecto a Samoa. Vailima Letters y South Sea Letters, destinadas al público americano y europeo persegían el mismo objetivo, y presentaban las Islas del Pacífico contemporáneas a su tiempo.
El poeta y novelista viajaba por las islas visitando aldeas y compartiendo su tiempo con sus habitantes; les explicaba quién era, de donde venía, y como era su país.Les contaba cuentos y ellos le dieron un nuevo nombre: Tusitala, “el contador de historias”. Sin embargo, el aspecto más a tener encuenta del gran afecto que sintieron por él los samoanos, fue su enérgica lucha a favor de sus derechos. Esta posición, en ocasiones, le llevó a enfrentamientos con sus compatriotas y a que el cónsul británico de la época llegase a plantearse la posibilidad de expulsarlo de Samoa.
Stevenson le puso a su casa Vailima porque al pronunciar su nombre este producía una sonoridad muy especial; significa “cinco rios”. Aquí residieron los Jefes de Estado hasta 1989, cuando Vailima se convirtió en el Robert Louis Stevenson Music & Mt Vae Scenic Reserve. Muy poco tiene que ver la Vailima de hoy, con aquella mansión que Robert Louis Stevenson construyó en 1890; pues a lo largo de los años sufrió muchas transformaciones.
Para visitar la mansión, hay que descalzarse y caminar sobre las esteras de pandano colocadas sobre el suelo de madera de teca. A Vailima se accede a través de una amplio porche que da entrada al salón de estar, cuyas paredes estan cubiertas en su totalidad por siapo y que fue llamada por este motivo “The Tapa Room”. Aquí Stevenson hizo instalar una chimenea que jamás utilizó pero que siempre le recordó a su país natal:
“Pocos son los hombres que abandonan las islas, después de haberlas conocido; dejan que su pelo se vuelva cano en los mismos lugares donde abordaron; la sombra de las palmeras y los vientos alisios les airean hasta el día de su muerte, quizás acariciando hasta el fin el sueño de un regreso al país natal, proyecto raramente realizado, menos raramente apreciado y aún más raramente renovado. Ningún lugar del mundo ejerce una atracción tan poderosa sobre quién lo visita…”
En la planta superior se ubica su despacho donde el escritor escocés disponía de un hermosa mesa de caoba donde escribir sus obras. En esta habitación también se encuentran libros originales de su biblioteca particular. Una libreria acristalada, acoge las traduciones de sus obras publicadas en diferentes idiomas, donadas por los visitantes; hay una edicion en español de La Isla del Tesoro y otra de En los Mares del Sur.
También se puede visitar el dormitorio de Fanny y Robert Louis, el de sus hijastros Lloyd y Belle; y el de la madre cuyos muebles fueron todos traídos desde Escocia. La familia Stevenson acogía a sus invitados en un amplio salon, y allí celebraban fiestas en donde sus sirvientes samoanos llevaban lavalava confeccionados con la típica tela escocesa de cuadros.
Fanny, la esposa de Stevenson fue llamada Aolele (“como una nube” ) por los samoanos. Ella se encargaba de todos los asuntos domésticos de Vailima, y tal circunstancia le hacía ir continuamente de un lado al otro y mientras lo hacía, sus amplios vestidos largos “volaban como las nubes”.
Marcel Schob diría del escocés: «… la fuerza de Stevenson es el resultado del contraste entre lo ordinário de los medios y lo extraordinario de la cosa significada, cobrando el realismo de estos medios una vivacidad especial, vivacidad que surge de la realidad del realismo de Stevenson. Me gustaría ir aún más lejos. Estas imágenes irreales de Stevenson son la esencia de sus libros… “
Faafetai tele lava, nos encanta Vailima de Aute!