Pocos hombres que llegan a las islas las abandonan; envejecen en el mismo lugar donde han bajado del barco; la sombra de las palmas y los vientos alisios los acaricia hasta que mueren, quizás soñando despiertos hasta el final con una visita a casa […] Ningún otro lugar del mundo ejerce semejante poder de atracción.
Robert Louis Stevenson
Los Mares del Sur